Historia del ácido poliláctico

 

El ácido láctico (ácido 2-hidroxipropanoico) fue descubierto por el químico sueco Scheelle en 1780, pero su comercialización no tuvo lugar que hasta 1881 por Charles E. Avery en Massachussets.

El PLA ha sido objeto de muchas investigaciones desde hace algo más de un siglo. En 1845, Pelouze condensó ácido láctico por medio de una destilación con agua para formar PLA de poco peso molecular y un dímero cíclico del ácido láctico llamado lactido. Cincuenta años más tarde, en 1894, Bischoff y Walden intentaron sin éxito la producción de PLA a partir de la lactida. En 1932, Wallace Carothers, científico en Dupont, produjo un producto de poco peso molecular calentando el ácido láctico y sometiéndolo al vacío. En 1954, después de otros refinamientos, Dupont patentó el proceso de Carothers. Debido a los altos costes, este descubrimiento fue utilizado principalmente para la fabricación de suturas médicas, de implantes y como medio para dosificar medicamentos.

Más adelante, Watson (1948) publicó posibles aplicaciones del PLA para revestimientos y como constituyente en las resinas. Así mismo, en 1986, Lipinsky y Sinclair publicaron también sus hallazgos.

 

El coste de producción del monómero ha sido un impedimento al desarrollo extenso del polímero. Recientemente avances en la fermentación de la glucosa, han reducido el coste de producir ácido láctico, permitiendo un interés creciente en el polímero.